Cultura Zapoteca: La Mayordomía en la Guelaguetza
- El Tlamatinim
- Jan 16, 2020
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Updated: Apr 2, 2020

El M.C. Asael Isidro Santiago Cruz nació en la ciudad de Tlacolula de Matamoros, Oaxaca, donde ha participado en Calendas y Mayordomías desde su nacimiento a la fecha. Asímismo, ha representado a la delegación de Tlacolula en las fiestas de la Guelaguetza a partir del año 2011, con la cual ha realizado presentaciones en espacios culturales de talla nacional, tales como: El Palacio de Bellas Artes (CDMX), El Teatro Macedonio Alcalá (Oaxaca), entre otros.
No obstante, el representar orgullosamente sus raíces y la cultura de México no es la única actividad que realiza, graduándose como Ing. Químico en el Instituto Tecnólogico de Oaxaca, posteriormente se graduó como M.C. en Ingeniería Metalúrgica en CINVESTAV Unidad Saltillo, donde continúa su preparación profesional como candidato a Doctor en Ciencias e Ingeniería Metalúrgica y Ceramica.
La Guelaguetza
La Guelaguetza es una de las fiestas más importantes de México y se celebra cada año durante el mes de julio en el estado de Oaxaca. Guelaguetza es una palabra en zapoteco que significa compartir, ofrenda o presente, por lo que esta fiesta se trata de compartir.
Esta celebración tiene sus origines en la época prehispánica, cuando los zapotecas dedicaban sus plegarias y bailes a los dioses, principalmente a la diosa Centéotl, la Diosa del Maíz. La festividad concluía con el sacrificio de una doncella en el mismo lugar en donde ahora se sigue celebrando, en el Cerro del Fortín, en Oaxaca. Durante la época de La Conquista y La Colonia, se siguió haciendo esta celebración, sin embargo ahora se consagraba a la Vírgen del Carmen, estableciendo el domingo 16 de julio como la fecha oficial para las celebraciones, en caso de que el 16 no cayera en domingo, se celebraría el primer lunes después de la fecha, de ahí viene el nombre de Lunes del Cerro.
Con el paso del tiempo esta fiesta comenzó a perder popularidad, sin embargo, en 1931, tras un fuerte sismo que sacudió a la región y generó mucho miedo entre sus habitantes, la gente comenzó a irse a otras entidades y para detener el fenómeno, representantes de la sociedad civil, de la cultura y el arte planearon rendir un homenaje a la cultura oaxaqueña. La invitación se hizo a las ocho regiones que conforman el estado de Oaxaca para que ofrendaran sus bailes y productos y se compartieran con los demás, como un apoyo y además de manera recíproca. Esto nació como un homenaje racial, sin embargo, con el paso del tiempo se le denominó Guelaguetza. A partir de esta fecha, año con año se realiza este evento, donde las delegaciones representativas de las regiones del estado, bajan y ofrendan sus bailes y cosechas. Solo dos lunes del mes de julio se lleva a cabo esta celebración en el Auditorio Guelaguetza, en el Cerro del Fortín, sin embargo, durante todo el mes se realizan varias festividades. Durante esta celebración pueden disfrutar del Desfile de las Delegaciones, la Leyenda de la Princesa Donají y la Feria del Mezcal.
En Tlacolula de Matamoros la mayordomía es el primer sistema de servicio religioso, este se compone de ritos y ceremonias. En la calenda llevamos las marmotas símbolo de la fe católica que fue el primer sistema de evangelización en este valle, así como las mujeres portan sus canastas de flores sobre sus cabezas símbolo de virginidad y pureza. Esta manifestación popular recorre las ermitas de la villa del corpus que se ubican en diferentes barrios y secciones de la población que fervorosamente rinden culto al santo cristo de la capilla de los espejos estilo barroco exuberante ochubirreresco mexicano. En víspera y maitines llega el tiempo de la preparación espiritual, decoramos el altar con flores y cera virgen, por la noche con la quema de los fuegos artificiales purificamos nuestras almas.
Ser mayordomo en Tlacolula equivale a desempeñar un compromiso cívico-religioso, mientras más gaste durante su cargo y durante su fiesta mayor será el respeto adquirido. La gran festividad se anuncia con una nutrida cohetería y repique de campanas al alma, cuando el mayordomo no cuenta con los medios recurre a la práctica de la guelaguetza, que es la ayuda en especie y económica que recibe para solventar parte de los gastos que esto implica y donde compromete su palabra y su persona a corresponder recíprocamente en las mismas cantidades y proporciones recibidas al consultar lo anotado en el libro de guelaguetzas.
Siguiendo los preceptos religiosos asistimos al medio día a la misa de función o concelebrada en honor a nuestro santo patrono. Cumplido esto realizamos una ceremonia que aún tiene reminiscencia zapoteca donde nos demostramos respeto, fraternidad, unidad y convivencia al igual que nuestros antepasados lo hacían agradeciendo a la madre tierra por los frutos y bendiciones adquiridos a lo cual denominamos “destape de la olla de tepache”. Posteriormente se coloca un rosario de hojas y un manojo de poleo (o hierba de borracho) significando la hospitalidad, distinción y respeto a todos los concurrentes. Terminado el saludo de mano el señor mayordomo hace partícipe a todos los que le acompañan en la última ceremonia bailando el tradicional jarabe del valle como una oración de gratitud.
"Sean ustedes bienvenidos a Tlacolula de Matamoros, disfrute de los aromas, sabores y colores de nuestro mercado solar donde el tiempo se detiene en la poligomia del arte tangible de nuestras tradiciones y costumbres de la vida diaria".

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